La diferencia entre pescados blancos y azules simplemente atiende a la distinta proporción de grasa que posee en sus músculos, osea magro versus graso. Pero también existen pescados llamados semigrasos y que no poseen un nombre metafórico en el pantonario (podríamos llamarlos azul pastel o blanco azulado, pero lo cierto es que este juego verbal sólo tiene un sentido divertido más que descriptivo).
Los pescados blancos no necesitan realizar una búsqueda activa para la ingesta de alimentos, por ello su constitución no exige almacenar grasas que suponen un 2% del total de su cuerpo y como en el caso de los patos la almacenan en el hígado. Todo ello supone que son alimentos muy recomendados para dietas o nutriciones hipocalóricas y requieren tener proteínas. Son pescado blancos: el rodaballo, el gallo, el lenguado, bacalao, merluza, rape,…
El pescado azul realiza migraciones, estos viajes le obligan a acumular grasa no sólo en el hígado, también en sus músculos, por lo que tiene entre un 5 y un 10% de grasa en el cuerpo, esto afecta sobre la coloración externa del pescado y le otorga una tonalidad azulada. Entre ellos tenemos: atún, caballa, anchoa, palometa, pez espada, sardina, salmón, chicharrón,…
El pescado semigraso es aquel que dependiendo de la época del año varía su porcentaje de grasa, en función de la estación, la alimentación o el tamaño/edad del pescado.
Anguila, Besugo, Lubina, Dorada y Salmonete.
Pues nada, cada uno elija el color que más le gusta en función del momento y el sabor que prefiera; siempre y cuando no sea por prescripción médica.
Dedicado a mi buen amigo Carlos que siempre me motiva.
Un comentario en “¿Por qué es blanco o azul?”