«Hace mucho tiempo, en una galaxia muy, muy lejana»

En realidad no hace tanto y en un barrio a 15 minutos de aquí, no tenía mucho más de cinco años y mis padres ya no me llevaban con correa, sí, has leído bien, era un ser libre con ganas de correr sin la supervisión de los mayores y recuerdo la tarde en que ví esta película por primera vez.

R2-D2 o Darth Vader
¿R2-D2 o Darth Vader?

Cuando los cines tenían sesión continua, cuando la entrada del cine estaba al alcance de cualquiera, cuando las puertas de las salas estaban guardadas por altas cortinas gruesas de oscuro color rojo que salvaguardaban al espectador del molesto ir y venir de los que irresponsablemente llegaban tarde, cuando el espectáculo se entreveía entre la neblina de los cigarros y el resplandor de los mecheros, cuando el sonido no era THX ni Dolby sorround y todas las películas tenían la misma BSO (palomitas, pipas y toses), en las butacas de madera, oscuros y sucios tapizados,… fue en ese entorno en el que disfruté de la saga de ciencia ficción que ha marcado a muchos llamados con orgullo «Frikies»  un tipo de cine al cual guardo especial cariño, no tanto por el valor cinematográfico de la proyección, ni siquiera por aquellos efectos especiales que jamás se habían visto sino por ese sentimiento de creer en el bien y en el mal, en la Fuerza frente al lado oscuro, el deseo de ser un caballero Jedi. De aquellas tardes de entretenimiento salimos muchos con los ojos morados por los sables de luz improvisados con palos de madera que día sí, día también eran la pesadilla de los preocupados padres.

Me acuerdo perfectamente de ese movimiento de mano intentando que el poder interior desplazara a mi profesor de lengua hasta la puerta, pero chic@s no se movía ni un ápice, tengo la ligera sospecha que era un tipo atraído por el lado tenebroso, y él sí que con un ligero movimiento de muñeca que apenas veías venir te desplazaba del pupitre al otro confín del aula, y perdía hasta la visión (pues mis gafas de pasta de medio kilo salían a la velocidad de la luz).

Han regresado los midichlorianos a los centros comerciales y aunque estoy seguro que no tendrá el mismo encanto que hace 38 años, la disfrutaré como si volviera a esos momentos, no estará el disléxico maestro orejudo, ni la mismísima encarnación del mal con asma y sin Ventolín que inhalar, pero no todo en la vida es perfecto habrá que dejarse llevar del legado de la industria del genio del marketing.

Me gustaría comer en la Cantina Mos Eisley

Puestos a fantasear y siguiendo el consejo de una buena amiga vamos a preparar el menú del jueves de la Cantina de Mos Eisley, entre la música en vivo con cierto aire de jazz de la banda alienígena de Figrin D’an (esto sí que es un dato frikie total, si quieres saber más el dueño es un peludo wookiee llamado Chalmun, vamos como Chewbacca pero del extrarradio poligonero).

Menú de la Cantina Mos Eisley
PRIMEROS A ELEGIR
El plato preferido de Darth VaderSEGUNDOS A ELEGIR

POSTRE

BEBIDA

  • La miel de sparkbee o Cerveza Agárica (el agua no está permitida)
    IVA excluido, NO se hacen facturas. Precio por ser, ente, alienígena o lo que sea.¿Qué vas a pedir?. Me despido con una frase de Yoda:
«Hazlo o no lo hagas pero no lo intentes
¡Qué la Fuerza te acompañe!

8 comentarios en “Menú de la Cantina Mos Eisley”

  1. Convencida estoy que toda la fuerza del lado luminoso es tuya y que tu poder interior que acabará desplazando cacerolas y sartenes por toda tu cocina.

    Que esa fuerza te acompañe siempre!!

  2. Me ha encantado la recreación del cine de la infancia. ..También lo viví 😉
    Pues con este menú me he dado cuenta que soy un híbrido entre Jedi-Bobba Fett-Leia-C3PO…y Jabba! !! 😛
    Gracias por este post. ..me ha encantado…nos vemos en la cantina de Mos Eisley 😉

  3. ¡Un post de «10»!. ¡Bravo Koketo!. Gracias por hacer este homenaje a Star Wars. Quizás no estoy siendo objetiva pues podría calificarme como «frikie» pero, ¡da igual! ja, ja. Me ha gustado mucho el menú del jueves y creo que has acertado con la variedad de platos y sus correspondientes personajes. La sopa vegana tiene muy buena pinta y los calamares del Almirante Ackbar tienen que estar deliciosos.
    Respecto a tus vivencias de la infancia, ¡puedo imaginarme tus gafas volando a la velocidad de la luz! ¡pobre!. Los profes del Lado Oscuro que tuve yo no ejercían la Fuerza de esa manera física pero sus miradas eran capaces de helar la sangre a cualquiera como cuando Darth Vader paseaba por el puente de mando y los oficiales contenían la respiración…
    ¡Que la Fuerza te acompañe Chef!

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