¿Qué es el XocolatL?
El Xocolatl es chocolate en la lengua mexicana nahuatl que se habla desde el siglo V. Fue impuesto por el imperio azteca.
No parecían gente razonable, tampoco los españoles, pero creo injusto juzgar una civilización de hace siglos con los mismos principios y reglas que la sociedad actual.
La lengua nahuatl convive hoy en día con nuestra lengua, el español.
El Chocolate es el alimento de los dioses
Las habas de cacao surgen de las mazorcas del árbol llamado «Theobroma«. No, no es una broma, es el árbol Theobroma que recibe su nombre del latín y significa: «Alimento de los dioses«.
La bebida energética de los mayas y los aztecas no era el Redbull
Ojo, también consideraban que despertaba el apetito sexual y servían como antidepresivo. Algunas de estas características se han confirmado científicamente. El chocolate es intimo amigo del amor, con estrecha relación con las endorfinas. Estos neuro-péptidos son sustancias producidas por la glándula pituitaria y el hipotálamo.
La historia del chocolate demuestra que es la una de las primeras bebidas energéticas.
Como las bebidas energéticas modernas, también tenía un toque dulce y ese sabor se lo daban añadiendo miel silvestre o jugo de arce y un toque de vainilla. Nada de productos de laboratorio. Así que te propongo cambiar un Taurina por el Xocoatl.
El chocolate era realmente valioso
Hasta los impuestos se pagaban con las semillas. Lo apunto para la próxima declaración de la Renta.
Prueba de ello es que el mismo Hernán Cortés pagaba las nóminas de sus soldados con habas. No sé el convenio al que estaban suscritos, pero ni de transferencias ni de efectivo.
Seguro que era dinero marrón tirando a negro: un par de mazorcas y a seguir con la jornada.
Hernan Cortés se lo trae para casa
El gusto de los europeos estaba menos acostumbrado a los sabores amargos, así que desde el primer momento se comenzó a tomar con azúcar de caña y se prescindió de añadidos como el toque picante del chile o el aroma de la vainilla.
El chocolate continuó como bebida medicinal y se convirtió en un ritual de consumo en las cortes que algunos han llegado a equiparar con la hora del té inglés. Poco tardó en llegar esta delicatessen a Francia.