
Busqué en mi librería cierto volumen que por extraño y divertido me pareció adecuado para una receta diferente y clásica.
El libro expone las fórmulas de la cocina de «Leonardo da Vinci» y arranqué la lectura. Esta vez por el prólogo, algo que reconozco suelo evitar por mi ansia de pasar directamente a las palabras del autor.
Sorpresa el libro es falso, ¿también la receta de las crestas de gallo?
Enfrascado en la lectura, disfrutando de las bellas ilustraciones o bosquejos que en sí me resultaban pequeñas obras de artes. Con una copa de vino de férrea uva que acompañaría el momento que se antojaba muy placentero.
La obra no tiene índice de recetas, ciertamente son notas inconexas, con ningún orden ni concierto, ésta era la razón por la que comencé desde el inicio pues no recordaba dónde estaban las esquivas «crestas de gallo».
A las pocas páginas leo «aproximación histórica» y «no tengo por qué dudar de la existencia de este códice«. ¡Opps!. Me parece que este libro no es lo que pensaba. Cerré la tapa y releí la sinopsis de la contraportada.
Una labor de investigación con el ordenador desveló el misterio en segundos
Tan pronto realizó esas infinitas tareas que parecen ralentizar el tiempo, abrí el navegador y busqué «Codex Romanoff».
La primera referencia fue «la mentira del Codex», la segunda «la falsa cocina de Leonardo»… y fueron cayendo los epítetos. Me eché hacia atrás en la mesa.
La confesión del director de la editorIal española
Hice clic sobre el enlace con su firma y aguardé impaciente.
Comenzaba su declaración afirmando que había guardado silencio sobre el secreto de este libro durante muchos años. Esta apertura fue esclarecedora, sin luz ni taquígrafos. Una confesión libre y liberadora por sus palabras.
Bueno, ciertamente el trabajo de los autores es muy bueno, algunas incorrecciones históricas, pero nada que hiciera sospechar a la mayoría de los lectores e incluso algunas escuelas de cocina que lo utilizaban como manual.
Sonríe, no me gusta que me tomen el pelo, pero esto me pareció divertido y más teniendo en cuenta que si hubiera leído la presentación del tomo quizá, y digo solo quizá, no hubiera caído en el embuste.
No estamos en la misma honda
Creo que la motivación, incluso las excusas han de seguir la misma línea del propósito inicial de los autores ingleses, la de divertir con un guiño histórico.
¿Pero quién soy yo para juzgar?
Me ha gustado la idea, yo hubiera dado alguna pista más de esta trampa literaria y sobre todo, la síntesis estaría en sintonía con este juego, ahondando en la engañifa con algún indicio más evidente. Pero ya se sabe cómo es el marketing y la publicidad.
La falsa receta de Crestas de gallo de Leonardo Da Vinci
«Aseguraos de elegir un gallo grande, mayor de doce años de edad, y de que su cabeza levante al menos 60 centímetros del suelo, antes de quitarle la cresta. Debéis recordar siempre que hay que arrancar la piel exterior y después apretarla repetidas veces para escurrir toda la sangre antes de que lo pongáis en el agua hirviente junto a doce semillas de culantro y el zumo de medio limón.
Leonardo, Routh, S., Routh, J. and Heras, M. (2012). Notas de cocina de Leonardo Da Vinci. 1st ed. Madrid: Temas de Hoy.
Esta receta aunque sea ilegítima y posiblemente anónima, es buena. Aunque yo he desistido y cocinaré algo diferente, más personal.
ingredientes para la receta de cresta de gallo
- 1 kg de crestas de gallo frescas.
- 80 g de cebolla.
- 2 tomates maduros.
- 4 dientes de ajo
- 250 ml de vino blanco
- 250 ml de vinagre de jerez
- 200 ml de caldo de ave
- 200 ml de aceite de oliva virgen extra
- 15 g de de Vadouvan*
- Sal al gusto
*El vadovan podéis sustituirlo por pimentón dulce de la vera, unas semillas de cilantro, pimienta recién molida y laurel. Pero esto es otro plato que podéis consultar en Las Comiditas de Mamen.
No seamos animales
Por supuesto y a diferencia del adulterado Da Vinci yo procederé con gallos ya sacrifica
Pulcritud ante todo
Limpiaremos las crestas de impurezas con un poco de agua y vinagre. Retirando plumas y excedentes no deseados que pueda tener.
Si el animal tiene una edad avanzada o es de corral hay que escaldarlas previamente para raspar la superficie de la carne y retirar un pequeño pellejo duro.
Al fuego con ellas
Cuando comience a hervir añadimos las crestas de gallo y dejamos a fuego vivo una hora y media. Pasado este tiempo colamos el caldo y reservamos.
En otra preparamos un sofrito con las cabezas de ajo, 30 ml de aceite y las cebollas cortadas finamente.
Sumamos el Vadouvan a la mezcla y dejamos unos minutos. Después sumamos el vino, el aceite, el vinagre, el caldo y por supuesto las crestas de gallo.
CON PATATAS Y A LO LOCO
«Kikiereske te diga me encanta este plato
P.D.: Agradecimientos a Mamen por el regalo, sin el que sería posible elaborar y escribir esta receta, me refiero por supuesto a su amistad y por supuesto también por las crestas ;-)

