Pensaba yo que su origen era asturiano, ya que hay una zona del interior del principado, famoso por su elaboración. Un concejo (ni pueblo, ni ciudad) que por los paisanus recibe el nombre de Grau, donde una pastelería centenaria hornea todo el año este producto; si vais comprad también «carajitos del profesor» (postre complementario pues utiliza clara de huevo, avellanas y anís) y por supuesto, el queso de «Afuega’l pitu» (imposible de comer y tragar sin la ayuda de una buena sidra). Se nota que media familia mía es de allí, y ¡cómo no!, dicen que algún parentesco tengo con los dueños de la pastelería (será verdad pero lo dudo, descuento no me hacen).
Ingredientes:
- 250 cl de agua
- 250 gr de azúcar
- Seis yemas de huevo
- Opcional (unas semillas de cardamomo)
Elaboración:
Toca ahora mezclar las yemas con varilla, no hacerlo con intensidad, simplemente batir con mimo y cariño, cuando el almíbar esté tibio debemos ir mezclándolo poco a poco y removiendo.
Precalentar el horno a 200º y meter una bandeja con abundante agua para el baño maría. Debemos untar de caramelo el molde en el que vamos a realizar el baño maría e introducir la mezcla del almíbar y las yemas poco a poco. Poner el molde en el horno y tapas con un paño de cocina para evitar que el agua de la condensación se deposite dentro de la mezcla, esperar entre 30 a 35 minutos.
Dejamos enfriar, desmoldamos y servimos.