La Pularda es una gallina criada en condiciones especiales para conseguir una carne sabrosa y tierna de alto interés gastronómico. Por tanto, no se trata de una raza sino un tipo de desarrollo, cuidado y engorde.
El término pularda es de origen francés «poularde» que no significa otra cosa que «gallina» y que determina el cuidado mediante técnicas ancestrales de producción consiguiendo animales de entre 2 y 3 kilos de peso y entre 6 a 9 meses de edad. Reconocidas son las pulardas procedentes de la raza Bres asturianas, en Cataluña la raza del Prat, y por supuesto, la afamada «Bresse» de D.O. Francés (que alcanza los 18€ el kilo).
Ingredientes
- Una Pularda deshuesada de 2 a 3 kgr
- Un litro de caldo de gallina
- cuatro manzanas para asar
- Una cebolla
- 100 gramos de pasas
- 10 cl de brandy o un vasito
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal y pimienta
Comencemos realizando un caldo con el hueso de la pularda, añade algo de verdura como nabos, zanahorias, puerros, apio, calabaza,… y una hoja de laurel, pimenta y sal. Cubre la carcasa del pollo y llevalo a ebullición (no olvides desespumar).
Abre la pularda y salpimentala; añade la farsa de manzana y sella (ayudate de unos palillos para evitar que al meterse en el horno este abra el ave).
Pon el horno a calentar a 180º, cuando este a temperatura introduce la pularda rellena con una base de caldo de aproximadamente un centímetro, para evitar que se pege y que quede sabrosa. La pularda ha de estar entre 25 y 30 minutos por cada medio kilo en el horno; cada 25 minutos dale la vuelta y échale un poco de caldo para hidratarla. Pues poco más.