¿Sabías que existe una tradición de comer todos los días 29 de cada mes ñoquis en muchas casas de Italia, Argentina y Uruguay?
¿Conocías que una de las primeras versiones de esta pasta se la conoce como «malfatti», mal hechas?
¿Sabías que en realidad no es una pasta, pues lleva muchos otros ingredientes a parte de la harina?
Por último. ¿Sabías que hay una variedad llamada «estrangulador de curas?
Pues sí, es cierto que hay muchas curiosidades en lo referente al mundo del gnocchi.
El origen de los ñoquis
Su origen es claramente italiano (aunque hay versiones en la cocina Alemana, húngara,…). A finales del siglo XVII (del norteste del país de la forma de botín) y responde a las necesidades de consumir un plato muy económico y basado en las materias primas al alcance de cualquier italiano.
Los responsables como prácticamente de todo, los políticos de su tiempo, ¿quiénes sino?, los «sgnori» o caballeros feudales que gobernaban con dureza las regiones italianas. Esto crueles nobles ejercían una gran presión sobre los campesinos que realizaban las labores de prensado y molido del trigo para obtener la harina con la que se preparaba la base de la comida italiana: «la pasta».
El precio de la harina por las nubes propicio la creación de los ñoquis
Ante el incremento del precio de esta materia tuvieron que agilizar el ingenio y sustituir este ingrediente por otro más barato (no nos queremos imaginar otros intentos fallidos que seguro hubo).
El nombre de gnocchi significa bollo, grumo o pelotilla (muy simbólico). Los más conocidos y extendidos son los que se realizan con puré de patata, sémola de trigo (más basta, menos molida) y/o harina de maíz, más barata que la de trigo.
La variedad más atea de los ñoquis
Entre las variedades más conocidas y apreciadas están las elaboradas con pan rallado «gnocchi di pane» de la zona de Trentino Alto que se acompaña con tomate y albahaca.
Los primeros ñoquis recibían el nombre de «mosquitos» y se preparaban con pan, leche y almendras (en la zona de Lombardía). La variación de estos, sustituyendo las almendras y las migas por harina, agua y huevo (que es la receta que os presento hoy) recibe el nombre de «Malfatti», mal hechos.Si a esta receta le añadimos ricotta y espinaca tenemos los «estranguladores de curas».
Un día del mes para consumir ñoquis
La tradición de comer gnocco (en plural) se debe casi con toda seguridad a la necesidad de llegar a fin de mes (así que habrá que tomar nota, me temo).
Pero existe una leyenda relacionada con un milagro llevado a cabo por San Pantaleón que tras solicitar ayuda a los campesinos y compartir con ellos las viandas, les agradeció su buena acción con la bendición de sus cosechas.
¿Adivinas que día ocurrió?, Pues sí un 29, del mes de julio (Yo me quedo con la explicación sencilla, vamos que me adhiero al principio de La navaja de Ockham).
Ingredientes para elaborar ñoquis
Ingredientes para 8 comensales por lo menos, recomiendo hacerlo con los críos pues es divertido y dejas hecho un desastre toda la cocina, se pasa bien y es muy entretenido:
- 1 kg de patatas
- 1 hoja de laurel y media cebolla (opcional)
- 200 gr de harina
- 1 huevo XL
- Sal
Elaboración (cuocere gli gnocchi):
Pelar, limpiar y cocer las patatas (entre 30 y 40 minutos), para la cocción nosotros utilizamos un toque de laurel y cebolla (no es original de la receta).
Cuando todavía mantengan el calor con la ayuda de un tenedor (nos vale un pasapuré pero no es tan divertido) procedemos a machacar la patata hasta obtener un puré consistente. Añadimos el huevo, salamos y mezclamos.
Ahora comencemos a ensuciar la cocina, añadimos a la mezcla, poco a poco la harina y continuamos mezclando hasta obtener una masa un pelín pegajosa y uniforme.
Ponemos harina en la superficie que vamos a trabajar y también en las manos (abundante), cogemos un buen trozo de masa y la extendemos hasta conseguir una cuerda de unos 2 cm de ancho y con la ayuda de un cuchillo comenzamos a cortarlo en trocitos pequeños (ver el video que adjuntamos queda mucho más claro).
Con o sin surcos
En nuestro caso, hacemos bolitas con las manos y reservamos, pero hay quien los decora haciendo unas pequeñas marcas para que la salsa penetre en la pasta.
Se puede hacer con una tabla especial que tiene surcos, o con un makisu (esterilla japonesa), pero la versión más sencilla es con el tenedor (como vosotros veáis), aunque el resultado es menos curioso.
Ahora ponemos agua a cocer y cuando comience a hervir echamos los ñoquis.
Este proceso es muy divertido, es como la pesca cuando los ñoquis están en su punto abandonan el fondo de la cazuela y suben a la superficie (como si pescáramos). Con la ayuda de una espumadera realizaremos el proceso de captura.
Ahora os queda elegir la salsa que acompañará el plato, en este caso nosotros hemos elegido algo ligero de sabores no muy intensos para poder apreciar con mayor intensidad el propio ñoqui.