El chile tailandés es también conocido como guindilla «ojo de pájaro» o «piri piri«. Os recuerdo que, en España, se llaman guindillas a todos los pimientos rojos pungentes. Si bien, esta clase de chile pica también cuando es verde.

Se trata de un pimiento de la variedad Capsicum annuum cuyo uso es habitual en el sudeste asiático (Vietnam, Malasia, Laos…). Pero también los podemos encontrar en otras gastronomías, como en el caso del sur de África para la elaboración de salsas, en esta zona recibe el nombre de piri piri o chile diablo africano. El alias lo dice todo.

En el caso de la cocina thai su uso es en fresco como acompañante (¡olé sus narices!), en salsas como la agridulce de chile tailandés de los rollitos primavera, en todas las pastas de curry (verde o rojo) como en el Tom Yum (sopa picante) o directamente sobre los platos, como la famosa ensalada Yam Som Tam (ensalada de papaya verde).

Unos pican y otros también

No nos debemos dejar engañar por su tamaño, la presencia de esta guindilla equivale a tener «fuego en el plato». Se trata de un pimiento de fuerte picor. En la clasificación de la escala Scoville estaría entre las 50.000 y los 100.000 unidades. Para que os hagáis una referencia un pimiento rabioso de la variedad «padrón» tiene entre 2.500 y 5.000, además estos «pican todos» y sin tregua.

No soy exagerado con la advertencia, si no estás acostumbrado al picante, este no es un buen potenciador de sabor para tus platos. Como muestra de lo expuesto te comento que suele utilizarse en la agricultura como un repelente para insectos. Es un buen pesticida, así que, si no es bueno para los bichos, ¿lo es para ti? Ten en cuenta que, por otro lado, alivia el dolor de la artritis y, en dosis adecuadas, se usa como tratamiento para enfermedades de estómago «leves», para aliviar gases y para el alivio de dolores de muelas. ¿Quién se atreve, ahora?

¡NOS HA FASTIDIADO, MIENTRAS TE QUEMAS EL ESÓFAGO NO PIENSAS NI EN LAS MUELAS, NI EN LA ARTRITIS!.

Comentario de la correctora cuando revisaba el texto.

La bella estampa de este infierno para el paladar

Además de sus cualidades gastronómicas, esta planta de pimiento es muy apreciada por su estética por lo que la podemos encontrar en muchos hogares como planta decorativa. Su belleza estriba en su altura reducida que suele colmarse de llamativos pimientos que varían sus colores de verde a rojo sin excesivos cuidados dentro de sus macetas, ya son de las especies más fáciles de cultivar y mantener. Crecen en suelos arenosos y también en terrenos de condiciones menos ricas, pero prefieren climas húmedos y cálidos. Además aguantan temperaturas frías de hasta -10º C.

En ocasiones se suelen confundir con otra variedad, también ornamental: el chile labuyo. La diferencia es que estos últimos son, por lo general, menos voluminosos y además crecen apuntando al cielo.

Chile tailandes, piri piri o ojo de pájaro

Receta de salsa piri piri. ¡Ay, Pili!

Aunque su uso está muy extendido en África es una aportación de la cocina portuguesa a través de sus colonias. Puedes encontrarlo por los siguientes nombres: piri-piri, pili-pili, peri-peri o peli-peli.

Su uso es muy variado, permite aderezar carnes o pescados (el pollo piri piri), combinarse con sopas, presentarse como salsa…

Ingredientes

  • Cinco chiles de ojo de pájaro o chile tailandés.
  • 50 g de tomate.
  • 75 g de cebollas dulces.
  • 50 ml de aceite de oliva virgen extra.
  • 30 ml de vinagre de vino blanco.
  • Tres dientes de ajos picados.
  • 15 g de jengibre fresco rallado.
  • 15 g de azúcar moreno.
  • El zumo de una lima.
  • 3 g de pimentón dulce de la Vera.
  • 3 g de orégano seco.
  • Sal al gusto.

Elaboración

  1. Picar muy finamente los ajos y el jengibre.
  2. Quitamos el tallo de los chiles, los abrimos por la mitad. Si no deseamos un exceso de picos podemos deshebrar y eliminar la simiente. Picamos muy fino y prestamos mucho cuidado con las manos para evitar que entre en contacto con ojos y narices.
  3. Lavamos los tomates, los pelamos y eliminamos las semillas.
  4. Mezclamos todo en un bol y removemos con una varilla. En caso de que te guste la salsa muy fina podemos utilizar una batidora.
  5. Podemos infusionar ligeramente la salsa, poniéndola unos 20 minutos a fuego muy bajo. Nunca debe superar los 50ºC. No olvides remover y deja enfriar si vas a utilizar en frío.

También puedes consultar la salsa de chile dulce tailandesa.

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