Hay días de verano que nuestras casas son invadidas por hobbits despistados que atraídos por el calor de las cocinas vienen a tirar sus anillos, «el que los gobierna a todos (no sé qué partido político es)» y he de mandarles otra vez con sus tesoros para casa con pisto manchego en sus tupperware, ¡qué menos!, para mojar con sus Lembas o «pan del camino, D.O. élfico» y que les permiten afrontar sus seis comidas diarias.
Sopa de guisantes para el calor
Este verano el calor ha llegado tarde y algunos días puedo garantizar que se pueden elaborar casi todo tipo de platos sin necesidad de fuegos, el otro día sin ir más lejos hice un gazpacho y cuando lo serví, como las mariposas, se había convertido en una sopa que tuve que soplar cucharada a cucharada para no quemarme como si fuera un troll.
Es en estos momentos en los que se nos viene a la mente elaborar platos fríos que ayuden a soportar las elevadas temperaturas y hemos pensado en esta ocasión una receta sencilla y muy, muy agradable con «Pisum sativum», chícharo, arveja o arbeyu. Esa pequeña semilla de llamativo color verde que solemos tomar salteadas con buen jamón y que todos los médicos te recetan cuando te pones un brazo o un pie del revés (nada de hielo, colóquese una bolsa de guisantes congelados), muy habitual en las batallas épicas de «Las dos Torres, por ejemplo, ¿Qué poder curativo tendrá la bolsa de tiernas vainas de uso tópico, Gandalf?
El color de la Sopa de guisantes define su frescura
La intensidad de su color se debe a la clorofila; luminosos, dulces y de textura firme a la par que tierna, su frescura es condición única para su consumo, se trata de una semilla inmadura que a las pocas horas de salir de su vaina comienzan a degenerarse y su textura se vuelve harinosa.
Si queréis agasajar a vuestros comensales tendréis que comportaros como los Medianos, los mejores anfitriones que existen en la Tierra Media y servir la increíble variedad llamada «guisante lágrima» que alcanza los 150 € el kilo, decir que es algo caro es quedarnos cortos como los enanos de Tolkien, así que no es de extrañar que el Gollum se acerque a la costa vasca cercana a Guetaria donde se cultiva para reclamar su «tesoro».
Ingredientes para la Sopa de guisantes
Ingredientes para cuatro personas humanas que somos (sobrará un poco) élficos y orcos con poca hambre, a los enanos no los invitéis se comen hasta los envoltorios:
- 500 gr guisantes congelados
- 300 gr de agua
- 5 cucharadas de AOVE
- 5 hojas de menta
- 1 manzana variedad Delicious Red o Golden
- Sal y pimienta
- 5 espárragos blancos gruesos
Elaboración de la Sopa de guisantes
Dejamos descongelar los guisantes quince minutos a temperatura ambiente (no Mordor), para que la batidora pueda triturarlos (en caso de utilizar un robot que pueda trabajar con hielo, podremos proceder directamente sin esperar). Mientras aprovechamos para pelar y descorazonar (triste palabra) la manzana y limpiamos con abundante agua la menta. Pasado este tiempo colocamos las semillas, la fruta y la hierba aromática en un vaso alto, junto con el agua y pulverizamos hasta obtener una base homogénea, si se espesa demasiado añadimos algo de agua fría.
Añadimos la sal y el AOVE, seguiremos batiendo hasta que la mezcla sea uniforme, recomiendo una vez finalizado este proceso filtrarlo con la ayuda de un colador o un chino.
Cortamos los espárragos en trozos pequeños pues si son muy grandes no se mantendrán, los agrupamos para facilitar el emplatado y finalmente le añadimos un chorrito de AOVE.
Ya está, saludos desde la Tierra Media a todos los buenos amigos Hobbits que estamos haciendo este verano y les deseamos un buen viaje de regreso a la Comarca.
Salve, Koketo
Enhorabuena por la receta de la sopa de guisantes. Es un plato muy apreciado entre los elfos. Ya sabes que a nosotros nos encantan todos los menús con verduritas y esas cosas (y a los Elfos del Bosque Negro además les gusta aderezarlo dándole al «drinking», madre mía cómo beben mis paisanos). Enhorabuena por llegar al post número 100 pero debo discrepar en algunos comentarios que haces de los enanos: con todos mis respetos, no todos son unos glotones maleducados (aunque al pobre Bilbo le dejaron la casa hecha un poema) porque, si recuerdas, Thorin Escudo de Roble es muy educado (vamos, que parece un Aragorn en versión de bolsillo) y en cuanto al joven Kili, ni en físico ni en carácter se asemeja a los enanos y tiene una altura bastante asequible (que me perdone Légolas). Pero por lo demás, el artículo y la receta son dignos de la Tierra Media y no te extrañe que algún hobbit con visión empresarial abra una taberna en La Comarca y te quite la receta.
Agradecido por tus correcciones, Tauriel, se bienvenid@ a esta la que puedes considerar a partir de ahora tu casa. Aprecio tus comentarios y tomo buena nota de ello. Recibe un cordial saludo.
Te aseguro que con estos días de calor, yo me he sentido como una hobbit camino a Mordor, por eso de tener los pies tan hinchados que parecían tres tallas más grandes que la mía!!! Me ha encantado el post y el sms de Frodo con el marcador de grados de fondo!!! Tiene una pinta estupenda esa sopa fría de guisantes y el verde es tan intenso que ya te refresca con solo verlo!!… Vamos porque a mí no me han dejado el anillo que si no se lo entregaba al chef koketo a cambio de ese oasis de manjar. Besos 😉
Invitada estás amiga de la tierras medias, en mi casa cerca de los valles del río Anduin te espera este y otros platos suculentos.
Besos y gracias por tu comentario, tus palabras siempre son bien recibidas. Muac, muac y muac