Cierto día de tapas y chateo una buena amiga me sorprendió con una divertida afirmación cuando le invité a probar unos mejillones tigre:
«pues si estos son mejillones tigre no sé cómo son una plaga, me los comeré a cientos y acabo con ellos
No debemos confundir al depredador con el invasor
¡Qué pena que estuviera confundida! Es más que justificable de lo que a simple vista pudiera parecer. Ella es extranjera, aunque su inquietud por nuestra gastronomía es amplia, el lenguaje y las costumbres son siempre una pequeña barrera, además en su país natal no tienen mejillones con o sin rayas.
Los mejillones tigre son una tapa típica de los bares de Madrid, Páis Vasco y Galicia, lamentablemente no son una plaga, más bien están en proceso de extinción. Son ya pocos los locales que sirven este rico y suculento bocado.
Nada tienen que ver con los mejillones cebra, que pese a su divertido nombre no es comestible, se propaga de forma incontrolada por su facilidad para reproducirse.
El mejillón cebra, bivalvo de mala fama, pero bien merecida, destruye el entorno que dificulta la proliferación de las especies autóctonas, estropea las instalaciones hidráulicas y al tener unas conchas cortantes son un peligro para los bañistas… vamos un tesoro de especie.
¿Por qué se les llama mejillones tigre?
Los mejillones tigre no son una subespecie, tampoco se les llama tigres por el color de su carne y del extremo del manto (naranja y negro como el felino), es una cuestión de «capsaicina».
En palabras llanas y populares, se les llama mejillones tigre porque la receta original lleva picante, cosa que ya no encontramos prácticamente en ningún bar, si los hay son sin picor… una pena algo se perdió en el camino.
Pero si el «Panthera tigris» tiene exceso de picante, también recibe el nombre de mejillón rabioso. Esos son los que le encantan a mi paladar y disgustan tanto a mi estómago (no siempre se puede estar de acuerdo en todo).
El mejillón es un sufrido molusco
Los «choros» como se les llama en Hispanoamérica tienen la virtud de tolerar bien pequeños excesos de cocción, esto facilita su preparación al vapor o al natural siguiendo unas sencillas indicaciones.
Mejillones al natural
Para preparar unos mejillones al natural, que serán la base de los mejillones tigre, debemos evitar que la musculatura se endurezca, para ello es mejor cocerlos en una cazuela grande y amplia.
Se añade poca agua y se colocan los moluscos en una sola capa, de esta forma a medida que se vayan abriendo se pueden ir retirando para dejar aquellos que se resistan más.
Recuerda que si el mejillón no termina de abrirse es inútil e incluso arriesgado sanitariamente, obligar a la apertura con un cuchillo o cualquier otro utensilio. He visto utilizar hasta destornilladores.
Abandona el fútil intento y desecha el ejemplar que no es apto para el consumo. No seamos ruines, no debemos jugar con la salud.
Tipos de mejillones que solemos consumir
Los Mytilus o mejillones que solemos consumir son de dos grandes variedades. La del Atlántico cuyo consumo ideal es en primavera y desova en verano y la del Mediterráneo que están mejor en verano y desova en primavera.
Así que estamos de suerte tenemos mejillones todo el año.
La anatomía del mejillón le convierte en un alimento autoenvasado, así que podemos conservarlo refrigerado varios días.
Ingredientes para elaborar mejillones tigre (4 personas)
- 1 kg de mejillones
- 2 dientes de ajo
- 50 g de mantequilla
- 40 g de harina
- 80 g de cebolla
- 0,5 l de leche
- 80 g de tomate natural triturado
- 1 huevo XL
- Pan rallado fino
- Guindilla picante al gusto (tranquilo o rabioso)
elaborar mejillones tigre (4 personas)
Lavar los mejillones con abundante agua, tirar los que esté abiertos.
Como las barbas están unidas al cuerpo debemos de retirarlas con cuidado para no dañar el animal que se oculta, tímido en el interior. Este proceso lo llevaremos a cabo justo antes de ponerlo al fuego.
Cuando estén abiertos debemos extraer la carne y reservar la cáscara.
En una sartén amplia y con bordes grandes calentamos la mantequilla.
Cuando la mantequilla esté líquida rehogamos la cebolla cortada muy fina y los ajos picados muy finos.
Cuando estén dorados añadimos la carne del mejillón cortado en pequeños trozos, un par de cucharadas de salsa de tomate, la sal y la guindilla picante al gusto.
Domemos el tigre empanando
Es momento de añadir la harina y remover con sutileza con ayuda de una cuchara de madera durante unos minutos.
Ahora toca sumar la leche. El proceso ha de ser lento, poco a poco para que la besamel salga fina, sin grumos.
Dejamos reposar la besamel para que enfríe y tome cuerpo, podemos hacerlo de un día para otro sin miedo.
Una vez la mezcla esté fría debemos ir rellenando las cáscaras con esta masa. Después la enharinamos por el lado de la mezcla, pasamos por el huevo batido y finamente por el pan rallado.
Ponemos el aceite a calentar a buena temperatura 180-200º C, evitar que se queme. Introducir los tigres pero sin apelmazar. No metáis mucha jauría de golpe pues el aceite bajará de temperatura y no se freirá correctamente.
Una vez dorados, retiramos y quitamos el aceite sobrante con ayuda de un papel de cocina.
Domadores a la pista, es el momento de comenzar a comer.
Dedicado a Tesi y Maggie
Alérgenos
Gracias por rescatar esta receta típica de nuestras tascas y tabernas madrileñas. Como pueden estar en extinción con lo deliciosos que están? . Los de la foto tienen una punta estupenda y están bien rellenotes ja ja.
A ver si con tu post se animan en los bares a volverlos a traer!
Es plato muy sabroso, pero lleva tiempo de elaboración. Como las croquetas son platos que han sido vilipendiados pero esperemos que sea cuestión de tiempo y la moda regrese. Gracias por tu comentario y feliz Semana Santa.
MUY RICO LOS MIJILLONES TIGRES QUE BUENO QUE PONGAS RESETAS
Muchas gracias Douglas, me alegro que te haya gustado. Espero verte más por aquí. Un abrazote.
Muchísimas gracias por este homenaje 🙂
Se me hace la boca agua con este dorado manjar….¡lo quiero ya! Tendría que ser obligatorio tomarlo como aperitivo todos los domingos.
Besos!!!
Ja, ja, ja,… me encanta. Ahora mismo redacto una propuesta para el Congreso. Me alegro que te haya gustado. Un besote fuerte.