Hace unas semanas decidí hacer algo diferente, unas albóndigas de carne rellenas de huevo, para mi sorpresa cuando estaba manos a la obra un compañero de cocina me propuso un plato: «Te reto a que hagas un huevo irlandés que son bolas de carne que cuando las abres sale la yema cruda», casualidades de la vida esa era exactamente mi intención. No duró mucho el reto, por supuesto superado con éxito y aclamación de comensales, pero ese mismo día a través de instagram de koketo me comentaron que esta receta no recibía ese nombre sino «huevos escoceses», sorpresa mayúscula… así que me puse a investigar sobre la receta.
origen de los huevos escoceses
Curiosamente no son ni escoceses, ni irlandeses los llamados «Scotch egg» fueron inventados en un local de Londres en tiempos de los carruajes de caballos, en el local Fortnum & Mason, que puedes visitar todavía hoy e incluso pedirlos en su versión clásica (que llevan haciendo desde 1738) como la versión «Black Pudding Scotch Egg» por 3 libras en ambos casos. Mantienen la tradición pues su receta es un huevo cocido (por supuesto sin cáscara, ya me dirás tú la que se puede liar si no fuera así) rodeado de carne de cerdo de la campiña británica y protegido por un fino empanado. En cualquiera de sus versiones se compra y sirve frío. Por tanto da igual que se les llame escoceses o irlandeses, es la misma receta, también se les conoce como huevos picnic pues al tomarse fríos son ideales para esta actividad campestre.
Huevos escoces vs huevos koketo
La mayor parte de las recetas están basada en salchichas frescas de cerdo (las típicas de carnicero), aunque es más simple no es fiel a las indicaciones originales de carne especiada; en alguna ocasión el huevo no es de gallina sino de codorniz por eso de que el tamaño no sea desproporcionado.
Dicho esto y respetando el origen de este plato podemos concluir que mi plato es parecido pero totalmente diferente pues ni usé carne de cerdo y lo más importante la intención era un plato caliente con sorpresa muy jugosa.
Podría decir que este plato nació como la mayoría de las historias españolas, con la frase:
No hay huevos
Ingredientes para los huevos escoces a mi manera:
Para el interior
- 500 g de carne picada de ternera
- 1 cebolla de 50 g pequeña finamente picada
- 10 g de pan rallado para el relleno
- 1 yema de huevo
- 4 huevos de corral
- 5 g de perejil picado
- 2 dientes de ajo
- 10 g de mostaza de Dijon (AOC)
- Sal y pimienta al gusto
- 10 cl de vinagre
- Un recipiente de hielo y agua
Para el rebozado
- 100 g de pan rallado
- 50 g de harina
- 1 huevo
- Aceite de oliva virgen para freír
Elaboración de los huevos escoceses «my way»
Coloca en un bol alto la carne de ternera picada, la cebolla, el pan rallado, la yema de huevo, el perejil, el ajo, la mostaza, la sal, la pimienta y remueve hasta conseguir una masa homogénea.
Por otro lado ponemos agua abundante a hervir, cuando llegue al punto de ebullición le añadimos un chorrito de vinagre que nos ayudará a quitar la cáscara más fácilmente e introducimos los huevos para cocerlos durante 5 minutos. Pasado este tiempo sacamos los huevos y los introducimos en el bol con agua y hielo para parar el proceso de cocción y que podamos retirar la cáscara sin quemarnos los dedos.
Pelamos los huevos tan pronto el calor lo permita y volvemos a sumergir en el agua para enfriarlos, lo que nos permitirá mantener la yema cruda cuando procedamos a freír la bola.
Volvemos a la carne, debemos humedecernos las manos para evitar que se pegue a nuestra palma y colocamos en nuestra extremidad la porción amplia que ha de cubrir todo el huevo, quizás te sea más fácil si el huevo está seco y con un poco de harina en su superficie, cierra tu mano y dale forma (esta receta no es para manos pequeñas, si ves que no eres capaz puedes ayudarte de papel film, sobre él extiende la carne y posteriormente el huevo, con la ayuda de un vaso o taza introduce todo en ella y quedará más o menos cubierto, ahora ya puedes sacarla y con las manos mojadas contribuye a darle forma circular).
Pasa cada bola por un poco de harina, rebózala posteriormente por el huevo batido y finalmente por el pan rallado.
Calienta el aceite en una sartén alta (es posible que te sea más fácil con una freidora por el tamaño de la esfera) y fríe los huevos a fuego medio 5-7 minutos hasta que estén dorados y crujientes. Sácalos de la sartén y escurre la grasa sobrante con ayuda de un papel cocina. Es importante servir lo antes posible para que el calor residual no cocine la yema y pierda así parte del encanto.
Este es el resultado:
https://youtu.be/7Fty3PEyijo?rel=0
estaba buscando una receta donde mantener el huevo con una yema untuosa y una cobertura generosa de carne , necesitaba hacer una receta moderna de una preparación chilena y la idea de esconder el huevo de la preparación en una albóndiga, me parece fantástica, remplazare el pan por cebolla triturada e deshidratada para dar una una textura crujiente.
Buenas Ricardo, seguro que el resultado es excelente, no dejes de comentárnoslo. Gracias por tu comentario y ten un gran día.
¡El vídeo es una chulada!
MIL GRACIAS. Besos.
Me ha gustado mucho toda la historia de lo del Fortnum and Mason. ¡Qué casualidad que te hablaran de esa receta cuando estabas a punto de poner en práctica la tuya!… aunque se suele decir que las casualidades no existen… 😉
Eso lo dice Sigmund Freud para encuendrar todas las explicaciones dentro de su teoría psicoanalítica y el personaje de ficción Sherlock Holmes para que todo encaje dentro de sus deductivas formas de proceder, yo como soy bastante más simple digo que las casualidades existen como el azar. Besos y gracias por tu comentario.
Bueno el video era imprescindible!!!…esa esfera tan perfecta era demasiado tentadora para que quedara intacta. Gracias por darnos el gustazo de poder verlo!
¡Qué cielo eres! muchas gracias.