Este fin de semana ha tocado fabada, el cuerpo lo pedía y el tiempo acompañaba.
Por mis orígenes me han preguntado alguna vez cuál es la forma correcta de hacer una buena fabada y creo que la respuesta es complicada. Fundamentalmente por su simplicidad, a saber. Tiempo, tiempo, tiempo y buena materia prima.
Esta vez y por petición de una buena amiga, pondré la receta para 6 a 8 comensales.
INGREDIENTES PARA HACER UNA FABADA
Toma nota, cuando mejor sean los productos mejor saldrá la fabada:
- 1 Kg de fabes asturianas, fabes de la granja o judiones (cada una lleva un tiempo de cocción diferente).
- 2 Morcillas de cebolla (si son asturianas mejor) y por supuesto no se te ocurra utilizar de arroz.
- 2 Chorizos asturianos
- Medio lacón seco.
- 250 g panceta veteada.
- 50 g de aceite de oliva virgen extra.
- 2 dientes grandes de ajo.
- 1 Cebolla de 50 g.
- Una hoja de laurel.
ELABORACIÓN DE LA FABADA
Comenzamos pronto pues hay mucho que hacer, y como consejo deciros que si la preparación de la fabada se hace de un día para otro los sabores son más intensos.
Las fabes absorben la esencia de todos los productos. Esto significa que debemos comenzar casi 48 horas antes de servirla.
El primer paso para una buena fabada
Primer paso, extiende sobre una superficie todas las judías y retira las que no sean aptas por forma, color, falta de pellejo,… Tras esta selección poco natural, ponemos en una fuente las fabes en agua fría, que sobre abundante agua para que cuando engorden sigan cubiertas.
Veréis que su piel se arruga y poco a poco volverán a estirarse hasta casi duplicar su tamaño, el tiempo depende de cada judía, si son judias recogidas ese mismo año.
Al estar verdes conservan algo de humedad y en tres o cuatro horas estarán perfectas para la elaboración. Por el contrario sin son judiones y de otra temporada pasarán casi toda la noche absorbiendo líquido… Paciencia y observación.
Por otro lado, todo el embutido se sumerge también en agua, esta tibia.
Y ahora…. pasemos a los fuegos
Metemos todas las fabes en una cacerola, si puede ser de barro, siempre mejor.
Echamos las fabes y con el mismo agua de su primer remojo cubrimos las judías, con un dedo más de agua estarán perfectas, sin más ingredientes.
Cuando rompa a hervir, retiramos todo el agua y echamos el agua que hemos utilizado para el remojo de los embutidos.
Un poco de verdura a la marmita
Ahora añadimos el ajo, la cebolla cortada en cuatro trozos grandes, el laurel y volvemos a poner al fuego a temperatura baja.
Cuando vuelva a hervir colocamos el resto de los embutidos a excepción de la morcilla que dejaremos para el final. Normalmente la preparación a fuego lento es de aproximadamente 3 horas y treinta minutos. Pasadas tres horas, pincha la morcilla y colócala encima del resto de los ingredientes.
El tiempo como todo depende de la judía, prébalas constantemente para saber el punto al que se encuentran, esto te ayudará a rectificar la sal en caso necesario.
Espesar de forma natural
Ya está todo prácticamente dicho, si te queda un pelín líquida y eres amante de la fabada densa. Solo tienes que sacar un cazo de judías y machacarlas bien, reintegrando el resultado. También puedes sacar caldo de la fabada y reducir en un recipiente a mayor fuego. Por último, aunque yo no lo aconsejo, puedes utilizar un espesante.
Último apunte, un buen vino es condición necesaria, como el de Marcos un amigo y vecino que nos ha obsequiado con una botella elaborada en su casa y con procedencia de Toro.
Mi madre ha visto el blog y le encanta. Dice k los judiones tienen 1 pinta stupenda.
¡Qué alegría me das!, dile de mi parte que cuando tenga ganas de una fabada como esta no tiene más que decirlo, por supuesto estaremos encantados de que la pruebe.
Besos.