La historia de este cereal está repleta de preciosas leyendas y cuentos de ensueño con un denominador común: es un regalo de los dioses. La mayoría provienen de la cultura budista, embriagadoramente poéticas, como el origen del arroz atribuido al amor de una deidad, otra narra que la razón de su diminuto tamaño es responsable de la ira de una semilla en respuesta al egoísmo humano, o la providencial piedad ante el hambre de un bello ente omnisciente, e incluso una justa entre divinidades ¿Quién diría que Buda es competitivo? Relato algunas de las fábulas y curiosidades según su procedencia, así que no esperéis recetas o preparaciones en esta ocasión… solo leyendas del arroz.
Érase una vez…
Las leyendas del arroz: el alma de la doncella
De la India llegan los tres relatos dotados de mayor hermosura poética. El primero describe el amor de Shiva (el danzante cósmico, el supremo) hacia una bella dama a la que dio vida y de la que quedó prendado hasta el punto de pedirle matrimonio. La doncella accedió con la condición única de que Shiva le regalara un alimento que aunque comiera toda su vida, nunca le provocara hastío, infructuosa fue la misión y la muchacha falleció desconsolada por la tristeza. Fue sepultada en un bello panteón de plata, trascurrieron 4 lunas, 40 días (algo tiene esta cifra que tanto se repite en las religiones), alrededor de su sepulcro comenzó a germinar una planta llamada «parí» (arroz), Shiva creyó que esa nueva vida era el alma de su cortejada, el aliento de su amada y con sumo cuidado lo recogió para repartirlo entre los mortales y que fueran felices con o sin perdices. Cumplió su deseo pues era el manjar del que nunca jamás podría hartarse.
Las leyendas del arroz: La compasión de un ser bondadoso
De humores corporales también se nutre la fábula de la diosa india Banbaranzon, que apenada por la hambruna de su pueblo acudió a los campos y apretó sus pechos de los cuales brotó leche, en su esfuerzo por amamantar el terreno cayo una última gota con sangre, naciendo de esta lluvia bendita semillas de arroz blanco y rojo.
Leyendas deL arroz: el sol naciente bendice a los familiares
En Japón el protagonista y hacedor fue la diosa del Sol (antecesora de la familia imperial) que entregó al nieto del emperador plantas de arroz procedentes del mismísimo jardín sagrado como presente de la Fiesta de los Primeros Frutos.
Las leyendas del arroz: china es la responsable del arroz en las bodas
Una de las fábulas chinas también está inspirada en el sentimiento de compasión, pues una diosa intranquila por la falta de alimento que asediaba al pueblo decidió buscar sustento, encontró una planta y se desprendió de su indumentaria (dos rombos sin duda) la espiga reaccionó y dejó caer unas gotas de leche que la diosa intercambió por su sangre, surgió de este intercambio de fluidos el arroz: blanco por dentro y rojo en el exterior.
De la antigua China hemos heredado la tradición de bendecir las bodas lanzando a los consortes granos al final de la ceremonia (algo que enoja notablemente a algunos párrocos, o es motivo de un costo adicional en la ceremonia… es un extra como en los coches, pide el fullequip del sacramento), el significado es sencillo: la pareja será bendecida con hijos, algo que también ocurre en la iglesia ortodoxa griega e incluso en el continente africano.
En Sumatra «Sanning Sari», madre del arroz lo protege, las mujeres son las encargadas de la siembra y lo hacen con sus cabelleras sueltas para incentivar a las espigas y que así sean altas, el sueño de un anuncio de Llongueras.
Las leyendas del arroz: El arroz tiene alma
En Indonesia y Malasia le otorgan alma (¡bien por ellos!) y lo cuidan con suma ternura, como indefenso infante. Eso sí, con la gran ventaja de que ni llora ni te pide paga. Los progenitores son muy protectores pues durante el crecimiento no permiten ruidos fuertes que inquieten a las plantas. De todas las curiosidades de estos lares, me resulta la más llamativa, por ser compasiva hasta el extremo de que en el momento de la siega: los labriegos esconden las hojas de sus afilados cuchillos hasta el último instante para que no se asuste.
En la religión árabe el arroz es sagrado pues brota tras la caída a la tierra de una gota de sudor de Mahoma desde el paraíso.
Las leyendas del arroz: BUDA se la juega
En una era arcaica, en una remota comarca, Buda se enfrentó a la diosa del Arroz para demostrar su poder y dominio. Algo le sentó mal a la contrincante y durante la competición la deidad desapareció repentinamente y los presentes decidieron abandonar el evento. Buda, al no contar con el whatsapp, decidió emprender la búsqueda e instarla amablemente a regresar.
Las leyendas del arroz: el tamaño importa
Para finalizar una última leyenda hindú. Originalmente las semillas eran de enorme tamaño, lo que facillitaba no solo el sustento sino su recogida, pero eso no es todo, cuando estaban maduros el peso de los granos les hacian caer de los cansados tallos y rodaban hasta los labriegos. Un año la cosecha fue enorme y los granjeros temieron que sus graneros fueran pequeños, así que decidieron ampliarlos (anticipo de una burbuja del ladrillo y si no juzgad). Sin embargo los magnos granos comenzaron a caer de las espigas pues ya había llegado su hora y quiso por azar rodar uno de los cereales hasta donde se encontraba una enojada anciana (de las que se suben a codazos en los autobuses) quien recriminó a la planta su premura en la llegada, pues los silos no estaban listos. El golpe del grano contra la incompleta construcción hizo añicos el alimento esparciéndolo en mil trozos y con voz suave respondió a la gruñona que por su talante desagradecido a partir de ese momento no volvería a rodar a los hogares, tendrían que ir a buscarlos al campo y naturalmente nacería en pedacitos como recuerdo y venganza. ¡Vaya faena!
Desconocía que hubiese tal variedad de leyendas. Gracias por esta interesante compilación. Mi preferida también es en la que se mima el arroz como si de bebé un se tratase 😀
Me ha gustado mucho la foto de cabecera.
Muchas gracias por tu comentario, siempre tan encantadora. Besos y buena semana.
¡Qué post tan bonito!. Me encanta todo lo relativo a las leyendas de las distintas culturas y estas leyendas del arroz (de las que no tenía ni idea) son preciosas. Muchas gracias por darnos noticia de ellas. Por cierto, como me encuentre con la «enojada» anciana esa, le voy a decir cuatro cositas… ¡vamos, que por su causa ahora tenemos que ir al súper a comprar el arroz!¡con lo fácil que sería que nos llegara a casa rodando! (pero no como la piedra gigante de Indiana Jones y el Arca Perdida) ja, ja. Buen fin de semana 🙂
jajajajaja, si es que hay gente para todo, desagradecidos. Gracias por tu comentario, muchos besos.