Para muchas personas comer pescado es más difícil y supone más esfuerzo que el escalar una montaña de 8.000 metros, vamos a intentar con esta receta que tan sólo sea una pequeña colina, la «colina de la hamburguesa». Todos los críos son más receptivos a las comidas rápidas (el burriquín, Macflauta,…), y mi experiencia me dice que si el aliño es bueno (que no fuerte) la chiquillería se lo come la «mar» de contenta.
En esta ocasión la haremos de salmón (aunque yo la prefiero de atún rojo, pero luego hay quien me dice que los ingredientes son elitistas y/o caros), así es más económico y el tipo de carne es más sabrosa y queda menos seca en caso de preferir la hamburguesa muy hecha.
El salmón cuenta con las bendiciones de dietistas, médicos y gurús de la salud por el famoso OMEGA-3 (yo creo que esto es un grupo de superhéroes como el Equipo-A o el Comando G) ácidos grasos esenciales que permiten al resto del cuerpo metabolizar otras sustancias, para así crecer fuerte y sano; luchando contra archienemigos de la salud como el colesterol (el Spectra, el «mal», el supervillano,… ¡uy!, ¡uy!, ¡uy! y no nos olvidemos de su compinche el letal triglicérido), también se dice que este pescado es bajo en mercurio, en mi caso me podéis llamar el termómetro pues gracias al atún que como todas las semanas te puedo decir la temperatura con un margen de error de dos décimas.
No nos engañemos este pescado azul que llega a nuestros platos, no es ese magnífico pez que tras nacer en las calmadas aguas del río y tras largos viajes por el océano retoma sus orígenes y lucha contra las bravías aguas de los ríos para desovar allí donde nació. Me temo que en el 99% de los casos ha estado en el balneario o piscifactoría con una pensión completa de por vida, pero también tenemos dentro de ese porcentaje con cría semisalvaje aportación de noruegos y canadienses.
Ingredientes para dúe pesonas:
- 250 gramos de salmón (lomo)
- 2 pepinillo
- 1 cebolleta o en su defecto media cebolla
- 2 ajos
- Cilantro o en su defecto perejil
- Una pizca de pimienta
- Una pizca de sal
- El zumo de media lima (opcional)
- Pan rallado (opcional)
Elaboración:
Tenemos la opción de solicitar a nuestro amigo el pescadero que nos lo prepare, «un lomo de salmón de 250gr, no pasa nada si te confundes en 5 gramos, sin espinas y sin piel, pero si lo preferís os dejo el vídeo tutorial para que sepáis como proceder en caso de ser proactivo. Picamos todos los ingredientes lo más pequeño posible (es el gran secreto de las hamburguesas y de los tartar) y lo dejamos macerar, en mi caso le pongo el zumo de media lima para que se cocine con el ácido (si lo dejas 10 minutos tienes un estupendo ceviche o cebiche) por un tiempo de 30 minutos aproximadamente. Un consejo: algunos cocineros le añaden un poco de pan rallado que permite a la masa ser un pelín más compactos, facilitando el cocinado posterior y que no se desarme, en mi caso no ha hecho falta.
Por último, ponemos la mezcla sobre una sartén con un pelín de aceite y la hacemos a fuego vivo por ambos lados, obvio es que ha de servirse caliente y lo antes posible, así que preparar los platos antes.
Todo lo que consiga que los niños coman pescado es una proeza. Enhorabuena por el post. Y me encanta los títulos que les pones, muy ingeniosos.
Gracias amiga por tu crítica es siempre un placer escuchar tus comentarios. Espero que los futuros post te sigan gustando. Un afectuoso saludo.