La sopa de gulash es uno de los platos tradicionales de Hungría de origen campesino. Sienten gran orgullo en esta nación por el gulyásleves y no tienen reparo en compartir su receta.
Es un símbolo de hospitalidad que se elabora en cada casa de forma muy diferente, todas ellas para alimentar el alma y calentar el cuerpo. Cada familia la adapta a los gustos de sus miembros y con los ingredientes que se disponía, por economía o temporada. Eso sí, la harina está prohibida, quédate con este mensaje que además de una herejía, implica la sonrisa para muchos intolerantes al gluten.
- De todo un poco
- La literatura y el malentendido
- El secreto de la sopa de gulash
- Receta de Gulyásleves
De todo un poco
No es raro encontrar sopas de gulash elaboradas con cerdo, cordero e incluso ave. También podemos encontrar algunos platos que presentan distintos tipos de carnes mezcladas, en estos casos el porcino suele ser una de ellas. Todo un popurrí.
Pero también existe la gulyásleves falso, que es aquel que se elabora sin productos de origen animal. Con la colaboración de setas, legumbres o cualquier tipo de verdura.
Posiblemente es el plato original del cual surge el famoso gulash, sin duda anterior al mismo, pero con menos fama internacional.
La literatura y el malentendido
La primera vez que se escribió este plato en un libro no fue en húngaro, sino en alemán (Gujasfleisch), en 1807.
El primer libro húngaro que cita la sopa de gulash es de 1916 y la intención del autor no era dar a conocer este plato sino el uso de las patatas entre los aldeanos. Notas de Rátz Zsuzsanna.
El primer libro extranjero en el que se indica la receta de la sopa de gulash fue alemán, en 1926. Lo curioso es que el nombre de la fórmula era «Carne vienesa«.
En la literatura húngara en 1859 comenzó a complicarse la identidad del plato. Se dice que posiblemente por una equivocación ya que su mención hace referencia a la sopa de gulash como el plato principal en una celebración de una unión. Efectivamente, si conociéramos los usos y costumbres de las bodas de esa época es posible que se trate de un error y haga referencia al asado o bien fue servido como entrada.
No obstante, encontraremos a partir de ese momento en todos los libros de recetas, cartas de restaurantes y referencias de internet un uso bastante confuso de lo que es la sopa de gulash. Podría referirse al clásico gulash, los asados (pörköt), la variedad de platos denominados «papikra» o bien la propia sopa. Hasta tal punto que en el extranjero el gulyásleves es casi un desconocido, pese a que para muchos húngaros es su plato nacional y no el gulash.
El secreto de la sopa de gulash
El éxito de esta receta está en la calidad, frescura y temporalidad de los ingredientes. Aunque también en buena medida en el bogrács, el caldero de hierro sobre el que se realiza la sopa. Sin duda, cuanto más tiempo de cocción implique y menos fuerza tenga el plato el resultado será más suculento y sabroso.
Receta de Gulyásleves
Ingredientes de la sopa de gulash o Gulyásleves
- 2 litros de agua
- 600 g de carne de ternera
- 400 g de patata
- 80 g de cebolla
- 50 g de manteca de cerdo o Aceite de oliva virgen extra
- 75 g de tomate maduro
- 50 g de pimiento rojo
- 45 g de pimentón de la Vera u otro pimentón
- 3 dientes de ajo
- 50 g de zanahorias
- Una rama de apio
- Sal y pimienta al gusto
Elaboración de la sopa de gulash o gulyásleves
Pelamos y picamos las cebollas muy finas. En una cazuela amplia calentamos la manteca o el AOVE y pochamos la cebolla.
Limpiamos los trozos de carne de grasa, tendones y telillas. La cortamos en trozos pequeños de un centímetro aproximadamente. La añadimos a la cebolla para que se dore ligeramente.
Posteriormente cortamos el tomate y el pimiento en pequeños trozos. Pelamos y picamos los ajos, sumándolos al guiso. También colocamos el tomate y el pimiento cortado. Le añadimos el pimentón y el agua seguidamente para evitar que se queme. Cocinamos todo a fuego lento moviéndolo de vez en cuando.
Añade el tomate sin piel, despepitado y cortado en pequeños dados, si prefieres triturarlo es una buena opción. Le damos un par de vueltas. Añadimos el caldo y el pimentón. Volvemos a remover y subimos el fuego a la mitad. Dejamos unos 45 minutos que se haga lentamente.
Cuando la carne empieza a estar tierna, unos 30 minutos, le ponemos un poco más de agua y el resto de las verduras, además de las patatas cortadas en trozos de unos dos centímetros. Dejamos cocer unos 15 minutos más.
Consejo
Puedes consumirla de un día para otro, notarás que los colores rojizos se vuelven algo oscuros tirando a marrón. El sabor se intensifica.
Más imágenes:
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