¡Oh sí! Aunque ya aclaramos en su día que suena y resulta vulgar, si alguien pide unas almóndigas, mi consejo es mantener la calma, sonreír y tomar la comanda sin corregir.
Quizá sea un comensal con ganas de un plato muy, muy tradicional o un versado estudioso del Diccionario de la Real Academia Española (DRAE) y nos diga: «¡es f. desus., malandrín!«.
Asín lo digo: Almóndigas con boletus
¿Es a mí sólo o consultar el diccionario de la RAE te hace sentir como un espía de la Segunda Guerra Mundial desentrañando un mensaje en clave o cifrado por transposición?
Resulta divertido que la mayoría de los libros de estilo subrayén hasta la saciedad que para una adecuada redacción no se debe abusar de las siglas, ni las abreviaturas. Creo que no han ojeado la biblia de códigos de nuestros hombres ilustres.
A saber, definición de almóndiga: 1. f. desus. albóndiga. U. c. vulg. Pero, ¿Qué es esto?, ¿Han picado las palabras en la misma máquina que nosotros la carne?, ¿O sea que admiten murciégalo, vagamundo y almóndigas?
¡Ufff! Es hora de llamar a mi profesor de lengua y ponerle las orejas como lo hacía él, hasta llegué a pensar que mis pabellones auditivos tenían material elástico y no cartilaginoso.
Necesito una «toballa» para secarme el sudor. Asín de claro lo digo y no os aventuréis a indagar sobre lo escrito, ya que todo esto es conforme a los legisladores de la lengua. Aunque algo sanchopancesco.
Se acabo
Pues aquí lo dejamos que seguro me van a sacar los colores cuando vean mi ortografía y mi tosca redacción. No soy quien para tales críticas, ni tengo estudios suficientes, ni el don de la escritura, pero sí un punto de humor que me ha hecho «Venirme Arriba»: f. uso habitualis + q. frec. en generación Whatsapp, esto es criptosecretismo moderno.
Un plato del boscaje: Albóndigas con boletus
A lo nuestro. A pocas semanas de la entrada del ocre otoño, ya podemos ver en algunas tiendas los primeros boletus de la temporada gracias a las últimas lluvias y las adecuadas temperaturas.
Estamos de enhorabuena. Los tempranos boletus sin «agusanar» como dice mi estimado proveedor Juliñan del Cisne Azul, son para mi paladar, uno de los manjares con los que más disfruto y por ello, os dejo la receta de estas «meatball» con aroma a bosque.
Los ingredientes de las Albóndigas de ternera con boletus:
- 1 Kg de carne picada de ternera
- 500 g de Boletus
- Una cebolla (80 gr)
- 2 dientes de ajos
- 300 gr de harina para rebozar
- La clara de un huevo
- Perejil picado
- Pan rallado
- Un puerro
- Dos zanahorias
- Un tomate
- Sal y pimienta al gusto
- 1/2 litro de aceite de oliva virgen extra (AOVE)
- 10 cl de vino blanco (recuerda si no lo puedes beber, no lo debes comer).
Elaboración de las Albóndigas con boletus
Antes de comenzar recuerda limpiar bien el boletus, sin agua a ser posible, con la ayuda de un cuchillo para quitar las partes más complicadas y un cepillo para retirar la tierra (hay quien elimina las láminas o tubos del interior, pues cuando la seta nos es fresca tiende a amargar).
En un bol grande mezclamos la carne con ajo, perejil, boletus muy picados (reserva uno hasta el final), el pan rallado, la sal y la pimienta. Añadimos el vino y la clara del huevo batida y volvemos a remover hasta que la mezcla sea homogénea. Con las manos enharinadas formaremos las albóndigas y se pasan ligeramente por un plato con harina. En una sartén con AOVE bien caliente se fríen hasta que queden doradas y las vamos colocan en una cazuela sin que queden apretadas como en el metro en hora punta.
En el mismo aceite que hemos frito la carne (retirando el exceso) y doramos la cebolla, el puerro y la zanahoria bien picada (10 minutos), sumamos los tomates en trozos y dejamos otros 10 minutos. En el mortero hacemos un majado de ajo, perejil y unos granos de pimienta negra que sumamos a la salsa (si lo deseas puedes añadir laurel y azafrán, pero mi intención es destacar el sabor arbóreo del plato) y que acompañará a las albóndigas. Se agregan entonces 2 vasos de agua (50 cl) y la sal. Cuando rompe el hervir, se pasa por el pasapurés sobre la carne.
Un boletus se deja para laminar y hacer la plancha en el último momento, que servirá para identificar un plato sabroso y agradable.
The end
P.D.: Puedes hacer una versión económica con hongos menos nobles, como unos champiñones, en ese caso te recomiendo el uso de azafrán y laureal como integrantes de la receta. Si vais al campo a recogerlas, leed el post con las reglas básicas: [Todas las setas se puede comer*]
Delicioso plato de toda la vida , qué tendrá que aunque cada uno le demos nuestro toque sale umm, estos días me pongo tu receta que ya tengo ganas de otoño ,,, ñam ñam
Buenos días, Maribel:
Gracias por tus palabras y no dejes de contarnos que tal te salió el plato. Ten un gran día.
Vas a tener razón con que hay que saber de criptografía para descifrar las abreviaturas del diccionario de la RAE, ja, ja. Como tengamos que tirar de las formas en desuso ya me veo soltando «perlas» del estilo: «Vuesa merced». Me parece que tenemos que empaparnos un poco del lenguaje del Quijote…
Saludos y una receta muy apropiada para estos días lluviosos…
Pues seguro que a la RAE no le hace mucha gracia este post,¡pardiez! Saludos cordiales desde el Halcón Milenario.