El tamal es un plato típico de México, su origen es mesoamericano de la época prehispánica entre el 800 y el 500 a.C. Consiste en una masa de maíz con distintos rellenos que se cocina al vapor envuelta en una hoja de plátano o de la propia hoja que envuelve la mazorca del elote.
La palabra tamal proviene del nahuatl Tamalli y significa «envuelto«. Pueden ser dulces o salados, aunque aquí sólo conocemos estos últimos.
En la actualidad podemos encontrarlo en las gastronomías de México, Perú, Argentina (hallaca), Chile (humita), Belice (bollos) y algunos otros países de Centroamérica. Si bien se tiene constancia de que posiblemente fueron las culturas de México dónde se comenzó a cultivar el maíz y se desarrolló el proceso de nixtamalización de este cereal para mejorar su digestión (cocer con cal los granos).
La leyenda antropófaga de los tamales
Como gran parte de los alimentos de las culturas mesoamericanas, los tamales tienen ciertos valores simbólicos que revitalizan las tradiciones y les dotan de un significado religioso. Uno de esos mitos hace referencia a la creación del maíz. El niño dios, Chicomexóchitl o Siete Flor, fue sacrificado por su propia abuela Tzitzimitl o (Energúmena).
Esta atroz yaya elaboró con la carne de su nieto los primeros veinte tamales y enterró sus huesos. Para regocijarmos en este relato digno de Hannibal Lecter, continuo con los detalles más escabrosos. De su cabeza y tronco, Doña Energúmena realizó dos tamales grandes. Del resto, preparó 18 pequeños tamales que envolvió en hojas de plátano anudándolas con las hebras de la yuca para evitar que la carne escapara y se uniera de nuevo al resto del cuerpo.
La resurección de los siete magníficos
De su tumba brotó la primera planta del Maíz y germinó para extenderse por toda América con siete mazorcas. El niño «Siete Flor» resurgió de una de las siete mazorcas, como un zombie de Walking Death, para castigar a su cruel ascendiente y arrojarla en un caldero abrasador con vapor humeante.
Mas allá del mito del tamal
En esta narrativa sobre la creación divina de los tamales, se cuenta los métodos de elaboración y los ingredientes. En primer lugar se habla de la carne refiriéndose al maíz y las hojas de plátano como elementos indispensables. Además de contarse las técnicas de elaboración como arrojarse a un caldero. Como veremos es la forma tradicional de preparación. Todo ello en un lenguaje ritual que permite transmitir una receta de forma oral, pues no hay documentos escritos.
La primera referencia escrita de los tamales
Tendremos que remontarnos al siglo XVI con la conquista española del Antiguo Mundo. Fue el fraile Bernardino de Sahagún, misionero franciscano, quien en sus obras describía este plato. Este fraile es considerado el autor de las obras más importantes sobre la reconstrucción de la historia del antiguo México antes de la llegada de Colón.
Describe los tamales de la siguiente forma:
«se cuecen los tamales en la olla. Algunos se pegan a la olla, como la carne cuando se cuece y se pega a la olla. Decían que el que comía aquel tamal pegado, si era hombre, nunca bien tiraría en la guerra las flechas, y su mujer nunca pariría bien. Y si era mujer, que nunca bien pariría, que se la pegaría el niño dentro.«
En la actualidad el tamal es algo festivo
En ninguna otra patria como en México existe tal diversidad de preparación de tamales, se habla de más de 500 variedad, como el bacalao en Portugal. Aunque se dice que en toda América esta cifra podría ascender a los 3.000.
Es un platillo muy popular y de consumo habitual. También es imprescindible en ciertas festividades como el día de los muertos, los bautizos, o la Candelaria.
Como curiosidad el día de Reyes se prepara una rosca dulce similar a nuestro roscón que oculta un muñequito. Quién encuentre estos pequeños tesoros se ve comprometido a regalar tamales en el Día de la Candelaria.
Ingredientes para la elaboración de tamales
- 500 g de harina de maíz nixtamalizada.
- 250 g de manteca de cerdo o manteca vegetal.
- 300 ml de caldo de pollo.
- 5 g de pimienta.
- 15 g de sal.
- 15 g de polvo de hornear.
- 10 pieles de tomate.
- 1 litro de agua.
- Hojas de mazorca, de plátano o papel de aluminio.
- Relleno a elección (mole poblano, cochinita pibil,…)
Elaboración deL Tamal
Antes de comenzar a preparar los tamales tenemos que tener el relleno hecho con anterioridad.
Después ponemos las hojas de maíz en una fuente amplia con agua caliente para que se puedan manipular fácilmente, límpialas si es necesario. En ocasiones vienen muy sucias, si no disponemos de hojas de maíz o plátano podemos usar papel de aluminio pero tendrás que ponerlas un poco de grasa para que no se pegue la masa.
En una cazuela pon unos 500 ml de agua y las pieles de tomate, tendrán que hervir unos 10-15 minutos. Cuela y reserva por sólo el líquido, las mondaduras pueden tirarse sin miedo.
En un bol amplio coloca la harina, el polvo de hornear y mezcla bien. En otro bol tendrás que colocar la manteca y con la ayuda de la mano suavizarla con movimientos, el calor de la mano hará su función. Una vez esté derretida, no hace falta que sea líquida, añade la mezcla del otro bol, donde estaba la harina).
Ahora has de ir añadiendo poco a poco el caldo de ave y el agua de tomate hasta conseguir una mezcla homogénea. No debe ser ni muy aguada, ni muy densa. Sabrás que la masa de los tamales está lista cuando pongas una bolita de masa en un vaso de agua y esta flote.
Para rellenar los tamales
Seca las hojas de maíz y coloca una proporción de masa en cada hoja, en el centro coloca el relleno elegido y cúbrelo con un poco de masa, ahora dobla primero el lado derecho de la hoja y después el izquierdo. Si la hoja es grande dale una forma rectangular con la ayuda de las manos y átala con cuerda bramante si fuera necesario.
En una vaporera o si no dispones de ella, una olla grande con algún objeto que permita colocar los tamales sin contacto con el agua, vete colocándolos para que se cocinen al vapor. El tiempo será aproximadamente de una hora.
“Para todo mal tamal, y para todo bien, también”
Pd. Mil gracias Carmen por estar ahí
No conocía este plato. Tiene muy buena pinta y me encanta que el relleno pueda ser al gusto. Gracias por descubrimos nuevos platos. Besos!
Gracias a ti por tu comentario. Queda pendiente que los pruebes, seguro que os gustan. Buena semana.
Jajajaja Madre mia tantas cosas que probar y tan lejos jaajaj me encanta, aparte las explicaciones de su origen… es como conocer su alma, degustarlo, cosciente con todos los sentidos…
Como siempre, enorabuenaaa!!!
Muchas gracias María Cristina, me alegra saber que te ha gustado. Como bien dices no es lo mismo comer un plato si sabes de dónde procede y que hay detrás de una receta, así que me encanta haber conseguido el propósito de este artículo. Ten un gran día y mejor fin de semana.