Vamos a elaborar un plato con «Carabinero Plesiopenaeus edwardsianus», uno de los mariscos de mayor tamaño y con más intenso sabor. De los crustáceos decápodos es sin duda el mayor y no compite por ostentar el puesto número uno, pues no le hace sombra ninguno de sus parientes cercanos, pues su intenso sabor lo hace ideal para guisos y arroces; su cabeza en comparación con gambas y langostinos, es muy sabrosa y esto le ha hecho merecedor de ser un ingrediente excelente en la preparación también de salsas, sopas y cremas.
Si me lo preguntan de todos los mariscos es el ideal para platos elaborados, no tanto para tomarlos a la plancha y menos cocidos; si podemos elegir sobre el acero caliente pondríamos una buena cigala tronco o una gamba roja y en cocción un langostino moruno o uno jumbo e incluso una simple gamba.
Dicho esto y puntualizando que su color es intenso a la par que llamativo (me hipnotiza),… también incorporamos el rape a este plato, pues es de los pescados que aporta un sabor y calidad al plato como ninguna otra especie marina.
Ingredientes del guiso:
- Unos 200 gramos de rape cortado en dados
- 500 gramos de patatas nuevas chascadas gallegas o asturianas
- Una cebolla mediana bien picada
- Un pimiento verde cortado en juliana
- 2 carabineros de 125 gramos cada uno
- 1/4 de almejas finas
- 150 gr. de salsa de tomate casera
- Un litro de caldo de pescado
- 10 cl de coñac o brandy
- Azafrán
- 1 hoja de laurel
- aceite
- sal
Elaboración:
Para sacar el máximo sabor a los carabineros a nosotros nos gusta pasarlo por la plancha o sartén (con apenas una gotita de aceite), con tres minutos si acaso por cada lado bastará para intensificar los sabores, posteriormente, separamos la cabeza del marisco de la cola (la cual pelamos y dejamos con la parte final de la cola que nos ayudará a presentar el plato).
Sofreímos la cebolla bien picadita y el pimiento verde junto con las cabezas de los carabineros, cuando empiece a estar dorado, aplastamos con la ayuda de una cuchara las cabezas de los carabineros para sacar el jugo y añadimos las patatas chascadas para que también se doren un poco y aporten el almidón que ayudará a que espese el plato. Echamos cuatro vasos de caldo de pescado, el azafrán (un par de hebras), una hoja de laurel y una copa de brandy, cocemos 20 minutos (en realidad este tiempo lo fija la cocción de la patata, una vez esté casi a punto, un pelín duras todavía es cuando seguiremos añadiendo los ingredientes).
Pasado este tiempo, probamos y rectificamos el punto de sal y añadimos el rape, dejando apenas otros cinco minutos, retiramos las cabezas del plato y añadimos en el último minuto las colas del carabinero que se calentarán con el calor residual del guiso (no hace falta más de un minuto pues ya estarán hechas de la plancha).
Post Scriptum.: Este plato como la mayoría de los guisos es mucho más agradable e intenso si los sabores se dejan reposar horas (incluso el paso de la noche), hay quien probando el mismo plato recién hecho y al día siguiente, me ha llegado a afirmar que el cocinero era otro o los ingredientes distintos.
¡Fantástica! Hoy he visto carabineros y he pensado… nunca he comprado estos bichos tan grandes… ¿qué hacer con ellos?, y abro el correo y ¡zas! tu entrada :-))) Coincidencia feliz que me obliga a considerar hacer esta sopa para cenar la semana que viene. ¡Ya te contaré! Aunque te tengo que decir que se me acumulan tus recetas, je, je, je….
Jajajajaja, eres un tesoro y un encanto. Impaciente quedo esperando me cuentes la experiencia. Besos.