Es uno de los pescados más consumidos en nuestro país por razones religiosas, la cultura de la abstinencia durante la cuaresma ha propiciado la fama de este pescado humilde que podemos encontrar en la mayor parte de las cartas de nuestros restaurantes (en ocasiones con precios no tan humildes).
Así como la historia del afamado bacalao al pil pil tiene tintes de surrealismo y humor; la implantación del consumo del bacalao es de sacrificio y purificación, a saber, en la Edad Media, la Iglesia estableció la ley de la abstinencia y el ayuno, más estricta en cuaresma (40 días antes de la muerte de Jesucristo), así que durante este periodo todos los viernes, el miércoles de ceniza y el Viernes Santo, si tenías más de 14 o menos de 59 años, como buen feligrés estabas obligado a realizar sólo una comida al día y debía estar libre de carne (no de sus derivados y las bebidas alcohólicas si están permitidas, ¡toma ya!).
En aquel entonces el pescado llegaba de las costas en caballos y burros, así que podéis imaginaros en que estado llegaban las partidas (en otro post explicaremos de dónde viene la tradición de carnavales que conocemos como «El entierro de las sardinas»), así que en la mayoría de las ocasiones se preparaba en salazón, ahumado, salmuera,… para evitar su deterioro y no hacer una dieta de adelgazamiento rápido para la «operación bikini».
Los dos platos que os propongo pueden ir preparados con bacalao desalado y/o ahumado, y son ideales para tiempos de calor ya que son bastante refrescantes, no sólo en cuaresma y por supuesto ya que está permitido, una copa de vino blanco bien fresquito.
- Dos tomates raf o kumatos
- 150 gr. de bacalao desmigado o ahumado
- 50 gr. de pimientos asado
- Sal maldón o flor de sal
- Menta fresca
- Aceite de Oliva Virgen extra (AOVE)
Cortamos en rodajas el tomate, sobre el colocamos el bacalao, un trocito de pimiento y una hoja de menta cortada en tiras. Aderezados con el aceite y finalmente salamos al gusto.
Bacalao con judías verdes y semillas de amapola
- Dos tomates raf o kumatos
- 150 gr. de bacalao desmigado o ahumado
- 50 gr. de pimientos asado
- 100 gr. de judías verdes
- Sal maldón o flor de sal
- Semillas de amapola
- Aceite de Oliva Virgen extra (AOVE)
Cortamos en rodajas el tomate, sobre el colocamos el bacalao, un trocito de pimiento y las semillas de amapola. Cortamos las judías verdes crudas en tiras retirando las hebras. Aderezados con el aceite y finalmente salamos al gusto.