Don Luis Alonso. Hoy tengo ante mí un artículo difícil que pretende ser un humilde homenaje a un ser querido que ya no está con nosotros. No sé hacerlo de otro modo, así que procederé con lo que tengo, escribiendo sobre sentimientos y dedicándole una receta especial como tributo.
Perdimos a Don Luis Alonso Velázquez, una de las leyendas ligada a la historia de Asturias, a los bellos parajes del río Narcea. Un padre luchador, un buen marido, un infatigable trabajador, un intrépido cazador, un excepcional pescador, un gran agricultor, un manitas, un amigo de sus amigos,… para mí: mi tío Luis.
Luis Alonso Velázquez DEP
Lloramos su pérdida no sólo familiares, amigos, la cuadrilla, antiguos compañeros de trabajos, vecinos de la comarca…
Lloran su pérdida los salmones con los que juntos vivieron épocas mejores, cuando el río no se desangraba, cuando las cuencas fluviales presenciaban luchas estoicas entre pescadores y astutos animales de lomos plateados.
Lloran su pérdida los jabalís con los que mantuvo largas contiendas, en cacerías interminables. Aúlla su perro Satán , sabe que no verá a su amo.
Lloran su pérdida las huertas, el «orbayu«, los verdes campos…
Llora Cornellana, llora el Narcea, llora Asturias.
Lloro tu pérdida, tío Luis.
Te has ido, pero seguirá con nosotros ese pasado repleto de sentimientos, de cariño, de sonrisas y enseñanzas. Miradas de complicidad y admiración a tus hijos, de gestos de inmenso amor hacia tu maravillosa compañera que permaneció a tu lado más de 50 años, y que seguirá estando contigo más allá de tu partida.
Lloramos porque has dejado un inmenso vacío que no podrá ser llenado. Una huella que no será borrada pues tu nobleza te hizo único. Has sido admirado por todos, respetado por muchos y para los que convivimos bajo tu techo, sobre todo, querido.
Recuerdos de entonces
Guardo para mi los momentos que compartimos durante mi infancia. Esos ojos que lo decían todo sin apenas palabras, tu estampa con traje verde y caña en mano, tus manulidades eternas en el garaje mientras yo esperaba a recoger juntos los huevos de las pitas o acompañarte a recoger vainas a la huerta, los paseos juntos hasta el río para estudiar los recorridos y futuras capturas (tu mirabas al río y yo te miraba a ti), los divertidos viajes a la playa en el Dyane6, las colosales comidas familiares a la entrada de la casa, tus llamadas a los perros que vagaban a kilómetros y acudían raudos a tu silbido, tus horas de descanso en el sofá en posturas imposibles, por supuesto tus pequeñas regañinas…
Ahora te imagino junto a tu hermano Mero, en la ribera del Narcea disfrutando de vuestra pasión, riendo a carcajadas contando historias y planeando nuevas aventuras.
Descansa tío, has tenido una vida plena, una mujer encantadora, unos hijos maravillosos, un nieto estupendo y nos has dejado el mejor de los legados: «haber sido parte de nuestras vidas«.
El último pescador ribereño del río Narcea
Se cumple apenas un año de un pequeño homenaje. Luis Alonso Velázquez recibió a sus 83 años un más que merecido reconocimiento. El premio «Capenastur» de plata.
La familia Alonso es sinónimo de Narcea
Ambos hermanos en vida fuisteis leyenda, os alimentasteis del río y de los montes por necesidad, y de ello hicisteis una pasión. Ahora sois historia con mayúsculas, nostalgia por aquellos tiempos en los que os teníamos.
Seréis el referente para todos los que amamos Asturias y perduraréis en la memoria mientras haya amantes de la naturaleza, de la caza y de la pesca. Pase el tiempo que pase.
Suspiro y sonrío de nuevo, os vuelvo a imaginar en las Casas del Puente con una presa de 8,70 Kilos discutiendo quién de los dos fue el verdadero protagonista de este último trofeo. Luis, Mero, os echamos de menos.
“¡Calla, ho!, ¡No póngaste farrucu!
Para elaborar la receta he tenido el privilegio de contar con un jabalí de la casa Alonso. Mil gracias tía Margarita, gracias Julio César, gracias Luis Antonio (mi querido «Tonono«, perdona por las mil reprimendas que en la infancia te llevaste por mi culpa). Siento mía vuestra pérdida.
Receta homenaje a Luis Alonso
Ingredientes para elaborar un Jabalí estofado.
- Una pierna de jabalí (3 kg aproximadamente).
- 150 g de cebolla.
- 100 g de pimientos rojos.
- 100 g de zanahoria.
- 3 dientes de ajo.
- 2 hojas de laurel.
- Tomillo picado (1 rama).
- Romero picado (1 rama).
- 1 litro de buen vino.
- 250 ml de vinagre de vino.
- 250 ml de agua.
- 150 ml de aceite de oliva virgen extra AOVE.
- 5 g de pimienta molida.
- 5 g de pimienta negra recién molida.
- 10 g de pimentón dulce de la Vera.
- Sal (al gusto).
- Dos onzas de chocolate (opcional).
Preparación del estofado de jabalí
La carne del jabalí es muy fibrosa, tiene poca grasa y su sabor es potente. Al igual que el pulpo es conveniente romper las fibras antes de cocinarlo para que la carne se ablande y quede jugosa. Mi consejo es conjelarlo un par de días y después proceder a marinarlo durante bastante tiempo en vino y adobo.
Si has congelado la carne, sácala y colócala en un recipiente amplio, y cúbrela con el vino, el agua, el vinagre, las hierbas y especias.
- Corta los vegetales en trozos grandes (2-3 cm), el pimiento, la cebolla, la zanahoria y pela los ajos. Añádelos a la mezcla y deja que macere entre 24-48 horas en frío.
- Pasado este tiempo saca la carne, si es el jamón deshuésalo y córtalo en trozos grandes de unos 4 por 4 centímetros, salpimenta y reserva.
- Cuela el líquido de macerar y deja que se escurra en los vegetales.
- Pon una sartén amplia con el aceite de oliva virgen extra y prepara una tapa para cubrir la sartén. Cuando el AOVE esté caliente, con mucho cuidado añade los vegetales y tápalos, por mucho que hayas escurrido conservará algo de humedad y hará saltar la grasa por lo que puedes quemarte.
- Deja que se dore bastante la verdura, recuerda remover con un utensilio de madera para evitar que se pegue. Retiramos.
El «gochu» al fuego
En la misma sartén marcamos los trozos de carne y vamos pasando a una cazuela grande y honda (si puede ser de acero fundido mucho mejor). Incorporamos las verduras doradas y el caldo del macerado y ponemos al fuego hasta llegar a ebullición.
Alcanzado este punto, bajamos el fuego a la mitad, comprobamos que la carne está bien cubierta de líquido (si no fuera así añadimos agua), tapamos y dejamos que se cocine el tiempo necesario. En mi caso según la potencia fueron dos horas. Recuerda vigilar la cantidad de caldo, y mover para que no se pegue.
Si queréis añadir el chocolate es el momento, simplemente tendréis que ponerlo en el último minuto para que se derrita y lo podáis mezclar con el resto de la salsa.
Pasado este tiempo debemos comprobar que la carne está blanda y jugosa, de ser así pasamos a una fuente, trituramos la salsa y juntamos nuevamente. Si os gusta muy espesa podéis dejar consumir el caldo sin la carne.
Mi consejo es que no lo consumáis inmediatamente, si podéis dejarlo reposar un día o tan sólo la noche para que asienten los sabores mucho mejor.
«Ye muy prestoso, nenu. Toy fartucu
P.D.: Gracias Mª Flor y Susana por vuestras atenciones.
Ha sido un homenaje muy hermoso para tu tío Luis. Seguro que donde quiera que esté ahora (un sitio con muchos ríos, desde luego) le habrán encantado las cosas tan bonitas que has escrito de él. Gracias por compartirlo con nosotr@s, estaba leyendo tus palabras pero en realidad estaba «viéndolo» todo: los salmones, la Naturaleza, las confidencias que tío y sobrino compartíais…
Muchos besos y que tengas buena semana 🙂
Muchas gracias por tus reconfortantes palabras, son de gran consuelo. Ten un gran día y estupenda semana. Mil besos.
Que bello artículo!! Y qué afortunado tú por haber podido disfrutar de la compañía y del amor de un tío tan querido para ti y en plena naturaleza. Esta expresión que has utilizado (tu mirabas al río y yo te miraba a ti)….lo dice todo 🙂
Pues yo te digo que ahora cuando tú mires al río. ..Él te mirará a ti.
Muchos besos!!!
Mil gracias por tus palabras de consuelo, me han encantado y me han hecho sonreír. Muac
Primero de todo darte mi pésame. Cómo descendiente de asturianos que soy y aficionada a la pesca entiendo perfectamente tus sentimientos y emociones . Yo sé lo que es estar horas a pie de río, cayendo el orbayu o luciendo el sol mientras esperas el milagro y la emoción de la pesca. No sólo es capturar la pieza sino disfrutar del prau,oler ,ver ,sentir. Presta comer el taco con una sidra a y cambiar impresiones sobre la pesca,el día, la vida…..Solo allí se disfruta ,como dice un paisanu amigo mio de Xixon:No tendremos perres pero calidad de vida…..
Prestome tus palabras rapaza, gracias de corazón. Ye una tierra única con paisanus increíbles. Besinos, brindaré por ti con un culín de sidra.