He tenido la suerte y el privilegio de degustar el mejor vino portugués, conocido por su fama internacional y su excepcional calidad, y que responde al nombre de «Oporto», fue una cata de la casa Ramos Pinto dirigida por su Directora de Marketing, Ana Rato (gran comunicadora y bella persona) y acompañada por gran experto, Félix Bonilla de Primeras Marcas.
Una velada encantadora, agradable y en un ambiente inmejorable, combinando cuatro vinos generosos con uno de los mejores chocolates del mundo «Valhrona», perfecta elección por parte de Javier Génova responsable de la organización del Salón del chocolate de Madrid que tuvo lugar el pasado mes.
Entre anécdotas sobre el origen británico, el duro trabajo de pisar las uvas, los tipos de uvas, las comparaciones con los vinos de Jerez,… disfrutamos de las bondades de estos caldos que poco a poco nos envolvían en una atmósfera de cercanía con nuestro país vecino y hermano.
Comenzamos por un oporto blanco, «Lágrima» en extremo dulce, muy intenso, con paladar agradable y familiar sabor a frutos rojos; como todos los oportos su graduación está entre los 19º y los 20º (por ley); ideal para postres elaborados con una base de leche y/o sabores avainillados. El chocolate que lo acompaño fue «Majari», de Madagascar.
El Douro nos trajo a la mesa un Ruby casi perfecto llamado «Porto Adriano» de seis años con su característico acompañamiento de aromas y sabores de fruta fresca y frutos secos. Como buen compañero de viaje catamos un cacao de las Antillas «Caraibe», trinitario, un Grand Cru que comparte los sabores tostados con este oporto.
La casa de Ramos Pinto nos propuso como tercera opción, un Oporto LBV del año 2008 muy potente en nariz pero con menor sensación alcohólica y que combina a la perfección con el chocolate Guanajá 70% cuya principal característica es su intensidad. Es posible que este fuera de los cuatro, el maridaje mejor logrado, una buena simbiosis.
Por último, disfrutamos de un tawny 10 años, RP10. Un vino redondo, de generoso aroma y con gran equilibrio, que conjugó muy bien con el chocolate Avinao, un forastero africano.
Disfrutamos de un fin de cata/maridaje con los platos que Alberto Moya del Bogavante de Almirante elaboró para la ocasión. Un estupendo encuentro y gran recuerdo.
Gracias al chef Alberto Moya de El Bogavante de Almirante, a Félix de Primeras Marcas, Javier Génova Fernández de GyG; a Ana Rato de Bodegas Ramos Pinto y Chocolates Valrhona.
Una buena presentación para el X Salón del Chocolate de Madrid en Moda Shopping.
4 comentarios en “Todo vino querría ser un oporto”