El secreto de un buen pulpo
Hoy toca hablar de la forma de cocer un pulpo para luego prepararlo a la gallega o su versión inglesa en una aldea «octopus do party with river Ja«. Combinación letal de las películas de James bomba y el traductor simultáneo de google.
El precio del pulpo lo define todo
Quizá el principal motivo de cocer un pulpo en nuestras casas es simplemente económico y/o la desconfianza en las fechas de caducidad.
Poco justificada es la diferencia de precio entre un pulpo crudo que ronda los 8 Euros frente a los 25 del cocido. Esto parece el resultado de un partido de futbito entre un equipo amateur y otro profesional. También esta la satisfacción de tener en tu mesa el crotopulpo al punto deseado. Hay comensales que les gusta un pelín al dente.
Lo mejor del pulpo es su frescura
Es importante, por no decir vital que el pulpo sea fresco. Fresco, fresco como la mañana, viejuno comentario que haría mi padre. Antiguamente al pulpo se le pegaba la «paliza». Lo mismo que hago yo con mis amigos pero en vez de con la palabra con un palo. Esto se debe a que la musculatura de estos bichines tienen fibras musculares muy finas por lo que su carne es densa y si no se rompen quedan muy dura, correosa.
Es por esta razón que su preparación requiere un procedimiento especial. O bien lo apalizamos hasta que nos duelan a nosotros los músculos o simplemente lo congelamos por un período no inferior a 24 horas.
Limpieza ante todo
Lavamos con abundante agua todo el espécimen. El interior de la cabeza, proceso cuyo precioso nombre es evisceración. Sólo de pronunciarlo se me ponen los pelos de punta. Después lo introducimos en una bolsa dentro del congelador. Cuando deje de tiritar, como mínimo 24 horas después como la película de zombies, lo sacamos el congelador. De este modo, sin sudar, habremos roto el tejido conjuntivo. Ahora lo metemos a la nevera para que el proceso de descongelación sea óptimo.
Aterrorizar después de la somanta de palos
Ahora comienza la técnica de cocción, que consiste en «asustarlo» (tiene narices le hemos apaleado o le hemos congelado; ¿y ahora queremos asustarlo?), ponemos a calentar el agua, cuando esté hirviendo introducimos el pulpo, lo sumergimos un par de segundos y volvemos a sacarlo y esperamos a que el agua vuelva a hervir, ahora repetimos el proceso 4 ó 5 veces (ya en la última inmersión el pulpo ya más que asustado está acostumbrado), y lo dejamos dentro de la olla junto a la buena compañía de media cebolla y unas hojas de laurel. A partir de ese momento contamos 30 minutos de cocción a fuego medio (Os vale la regla de 10 minutos por kilo, así que si el vuestro fuera de 2 kilos sería 20 minutos). Luego apagamos el fuego y lo dejamos 25 minutos en el agua sin fuego, ni movimiento.
Pasado este tiempo, leña al mono, sal gorda, pimentón dulce o salado (según el gusto) y aceite del bueno.
Ya lo tenemos.
Dejo video ilustrativo.
Que rico el pulpo cocido yo suelo hacerlo a la gallega con cachelos.
Una gran opción. Un saludo